Por: JNFR Nuestros niños y adolescentes tienen derechos jurídicos y legales. Existen muchas leyes, cartas de derecho y hasta la misma constitución de Puerto Rico y Federal, que velan por el trato justo para ellos. Pero en los últimos años nos hemos visto en la lucha en contra de diferentes proyectos de ley, intentos de enmienda a la constitución y cartas circulares del Departamento de Educación, que los amenazan en gran manera. Es así como el Estado comienza a enviar un mensaje incongruente, donde muestran una cara a la ciudadanía en sus discursos y campañas pero sus acciones no concuerdan. Es por esto que queremos reiterarles al Gobernador y su equipo gubernamental que sabemos que todas estas movidas van dirigidas a impulsar una agenda socio-política que favorece el discurso del género. Discurso que durante años este ministerios y muchos más han evidenciado que está dirigido a favorecer una ideología destructiva a cuestas del bienestar de la niñez, de la familia y del mismo orden que establece la naturaleza. Aun así, insisten.
Nuestros niños y adolescentes tienen derechos humanos. La Organización Mundial de la Salud (W.H.O., por sus siglas en inglés) define derechos humanos como las “garantías jurídicas universales que protegen a individuos y grupos contra acciones que interfieran en sus libertades fundamentales y en la dignidad humana”. Los elementos que sobresalen en esta definición son la justicia, universalidad, libertad y dignidad. Cuando hablamos de la adopción, entendemos que es un derecho para todos los niños el contar con la entidad de la familia, madre y padre. Pero cuando se trata de la adopción por parte de parejas del mismo sexo, las preguntas obligatorias serian: ¿A quién queremos beneficiar? ¿Los derechos de quien estamos velando? Claramente los últimos años de historia socio-política en Puerto Rico y EEUU nos evidencia que no es a nuestros niños. Así que estas medidas no cumplen con velar por el derecho humano que tienen los niños y jóvenes a tener una familia, compuesta por mamá y papá. Esto es un derecho universal, no importa si naces aquí o en Australia, tienes una madre y a un padre. Es la naturaleza. Se necesita un hombre y una mujer para crear vida, ¿Qué nos hace pensar que no lo necesitamos para mantenerla? Hablamos de vida de calidad, vida integral y de bienestar. No es justo ni es digno que el Estado use al sector más vulnerable e indefenso de la sociedad para adelantar una agenda maligna. La adopción no se trata de los adultos que quieren tener hijos, se trata de los hijos que necesitan a un padre y una madre, este es su derecho fundamental. Ya basta del discurso hipócrita y de usar a nuestros niños y jóvenes para sus intereses particulares. Esto es una violación a los derechos humanos. Ellos no tendrán una voz, pero nosotros sí, y no claudicaremos ante la opresión. Los comentarios están cerrados.
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Marzo 2019
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