Por: Vanessa Pimentel Vivimos en una época donde quieren que los sacerdotes se casen y que los casados se divorcien. Quieren que los heterosexuales tengan relaciones sin compromiso, pero que los gays se casen en la iglesia. Que las mujeres tengan cuerpos masculinizados y se pongan como hombres y tomen papeles masculinos. Quieren que los hombres se conviertan en "frágiles" y delicados y como si fueran mujeres. Un niño con sólo cinco o seis años de vida tiene derecho a decidir si será hombre o mujer por el resto de su vida, pero un menor de dieciocho años no puede responder por sus crímenes. No hay vacantes para los pacientes en los hospitales, pero está el incentivo y el patrocinio para quien quiere hacer cambio de sexo. Hay un seguimiento psicológico gratuito para quien desea dejar la heterosexualidad y vivir la homosexualidad, pero no hay ningún apoyo de este mismo para quien desea salir de la homosexualidad y vivir su heterosexualidad y si intentan hacerlo, es un crimen. Estar a favor de la familia y la religión es una dictadura, pero orinar sobre los crucifijos, desbaratar iglesias es libertad de expresión. Si no es el fin de los tiempos, debe ser el ensayo... Almir Favarin. Por: Antonio Gume El miedo me acompaña,
día y noche. No somos amigos pero nos conocemos. A veces se disfraza y parece ser uno más, pero que yo sepa al miedo no le da miedo, y yo solo tengo miedo al miedo. Por: JNFR Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:31-36 (RVR1960) El principio de la libertad comienza reconociendo la condición de 'esclavo'. Una condición que en efecto no es la que Dios pensó para nosotros en su diseño. Una condición que limita nuestra alma a alcanzar su propósito. Jesús plantea que la libertad solo se obtiene por medio del conocimiento de la verdad. El conocimiento de la verdad implica la aceptación de la misma. No hay libertad sin reconocimiento y aceptación de las consecuencias que acarrea la libertad que ofrece Jesús.
El decir que crees en Jesús en las redes sociales o asistir religiosamente cada domingo a una iglesia no ofrece libertad, solo uno ilusión óptica de la misma. Esto nos ayuda a lidiar con la culpa, pero no nos hace responsables de nuestra condición humana de 'esclavos'. Nos toca decidir realmente en que creemos y que haremos al respecto. La verdad trae libertad, y la libertad implica cambios drásticos inevitables. Si reconocemos a Jesús como la verdad, no es opcional no tener un cambio de mente y una cosmovisión transformada. No nos engañemos con una ilusión óptica de la libertad. Estos tiempos posmodernistas gritan a toda voz diferentes maneras de 'ser libres', pero todas buscan ajustarse y justificar ideologías y estilos de vida que no responden realmente a la verdad. Entre tanto ruido es fácil confundirnos, pero Jesús dice de sí que él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6 RVR60), y esos son declaraciones muy grandes, las cuales la Biblia de basta prueba de ello. La verdad es muchas cosas, pero lo que no es, es ser relativa. Algo que dice ser único y completo no puede ser a la vez diverso e incompleto. No hay congruencia, así como tampoco la hay declarando que otras filosofías de vida hacen más sentido en el diseño humano que la cosmovisión cristiana. Mi invitación para ti es sencilla, afina tu oído para escuchar con intención de entender el mensaje de la cruz. Se trata más allá de una historia que por folklore se cuenta y repite, es el mensaje de amor, libertad y salvación para la humanidad. El ser humano siempre esta en búsqueda de la libertad, así la historia no los demuestra. No te conformes con la ilusión de la libertad, decide asumir responsabilidad de tu vida y acepta a Jesús como la Verdad que necesitas. Por: José Santana ¿Que podemos hacer?
Esa es la pregunta. Después de un huracán como el que azotó nuestra tierra, tenemos muchas lecciones que aprender. Entre ellas, que está isla es preciosa, que todavía el lamento borincano es una realidad en nosotros. Pero podemos decir que aprendimos palabras nuevas:
También aprendimos también: Cuidar, obedecer, respetar, ayudar y compartir. |
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Marzo 2019
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