Por: José E. Rodríguez Un joven judío sentía gran admiración por el servicio religioso que prestaba su padre en su iglesia local. Debido a circunstancias inesperadas, el joven y su familia se mudaron a otro lugar. En esa nueva comunidad su padre no encontraba una congregación donde servir. Sin embargo escuchó de la existencia de una gran iglesia donde se reunían personas muy influyentes y adineradas. El padre dijo lo siguiente: "Unirnos a esta congregación será bueno para nuestro negocio". El jovencito se sintió defraudado, desilusionado y su corazón se lleno de ira ante la visión de su padre. Su percepción de la espiritualidad y el servicio jamás volvieron a ser iguales. Este padre no soló cambió a su hijo, sino que sus hechos impactaron al mundo, la política, la economía y sociedades. Esta es parte de la historia de Karl Marx, filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. El mensaje que nos muestra esta pequeña historia es que la distorsión de los valores de un padre, provoca cambios en sus hijos y a su vez influenciará a la sociedad. En esta Navidad, el mejor regalo que podemos hacerle a la próxima generación y al mundo es la integridad. Seamos congruentes sin importan el lugar o las circunstancias. FOTO RECUPERADA DE Google
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Marzo 2019
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