Por: José Santana Todos hemos sido obsequiados con el canto de un ave, en la mañana o tal vez al caer la tarde. Cuando cantan las aves lo hacen para agradar a Dios y a toda la humanidad. Pensemos que un ave canta en la rama de un árbol cerca de una o varias personas, creemos que eso es todo, pero en el mundo millones de aves están cantando a la vez y todas entonan y no olvidan sus melodías.
Al pasar un disturbio atmosférico las aves se desorientan por un tiempo breve, no encuentran donde descansar. El hombre olvida que necesitamos de las aves. Se cree que observando las aves el hombre aprendió a cantar y bailar. El ruiseñor por ejemplo, posee uno de los cánticos más melodiosos. Aprendamos a cantar, bailar pero también debemos aprender a agradar a Dios como lo hace el ruiseñor que puntualmente despierta, adora y bendice a Dios. Son muchas las cosas que podemos aprender, todavía estamos a tiempo. Los comentarios están cerrados.
|
VISIÓN ENCUENTROEs un sitio que plasma un análisis acerca de temas de interés basados en una visión divergente. Buscamos ampliar el estudio de temas actuales y exponer otros puntos de vista. Archivos
Marzo 2019
Categorias
Todo
Visión Encuentro Blog ©2018
|