Por: JNFR Hoy celebramos el Día de Acción de Gracias. Una tradición que año tras año nos invita a reflexionar en las cosas buenas que hemos vivido y recibido al pasar del año y a sacar un tiempo para agradecer por las mismas en familia. En general, en nuestra cultura puertorriqueña, en estos tiempos festivos ocurre un cambio en donde todo el ambiente se ve afectado. No me refiero solamente a las hermosas decoraciones ni a los deliciosos olores de nuestra comida tradicional, sino me referiro a la actitud de las personas. Es como sí por este tiempo decidieran cambiar su actitud y carácter por uno más positivo, más alegre, más reflexivo y de mayor gratitud. Esto no es malo. Por eso expreso que el ambiente cambia, pero para bien. Pero hoy yo quiero proponerles e invitarles a que la gratitud y todos los otros buenos sentimientos que florecen en estos tiempos festivos se conviertan en un “mindset” en sus vidas. “Mindset” es un termino en inglés que traducido literalmente significa mentalidad. Podemos definir mentalidad como la cultura y modo de pensar que caracteriza a una persona, a un pueblo, a una generación, etc. Cuando hablamos de la gratitud, por ejemplo, la podemos definir como la acción de agradecer o reconocer un favor o un beneficio recibido por alguien. Si nos basamos en la definión de gratitud tal y como nos las ofrece el diccionario sería muy difícil que podamos vivir con un “mindset” de gratitud. La verdad es que un “mindset” practicamente nos invita a vivir un estilo de vida donde constantemente, diariamente, siempre, agradezcamos. Pero siendo realistas no siempre recibimos un favor o un beneficio de parte de alguien. Si nos detenemos a pensar en lo que va de este año, ¿por cuantas cosas podemos agradecer?, ¿Son suficientes los favores o un beneficios recibidos para que la gratitud se convierta en nuestra mentalidad, nuestra vivencia continua?. Yo les diria que no. Ciertamente son más las cosas “malas” que he recibido este año que las buenas… los favores y los beneficios como que han estado excasos, casí inesistentes. No se si es tu caso, pero es el mio. No obstante, llevo mucho tiempo reflexionando acerca de lo que el término “mindset” propone. Como establece la definición, una mentalidad es una cultura y modo de pensar. El “mindset” o mentalidad no propone tu realidad, establece tu forma de pensar ante la realidad. El “mindset” viene convirtiendose en el filtro por donde procesas la realidad y afecta el como la persibes y la aceptas. Cuando vives con un “mindset” de gratitud la perspectiva de la vida cambia. Ya la palabra gratitud traspasa la definición otorgada por el diccionario y deja de ser un tanto lógica. Cuando la gratitud es tu “mindset” no tan solo agradeces por lo bueno, por los favores y los beneficios recibidos, sino también por lo “malo”. Lo “malo” decido escribirlo entre comillas porque generalmente le llamamos “malo” a todo lo que no va a acorde a nuestros planes, pero no porque no este en nuestros planes significa que nos hace mal. Todos conocemos la historia de Job. Todo lo “malo” que vivió. Yo no quisiera estar en sus zapatos ni por un segundo. ¿Perder mis hijos, y que mi compañero de vida se una tortura, perder riquezas y hasta la salud?, no gracias, ¡Yo paso!. Sin embargo, conocemos el final de la historia… ¡EL VENCIÓ!. El ganó, ¿¡Qué gano!?, Sí, ganó. Hemos pensado erroneamente toda la vida que las ganancias son meramente físicas, o monetareas. Lamentablemente tenemos un pensar humanamente muy limitado. Por eso hoy Dios quiere enseñarte algo más. C.S. Lewis dijo: “Tú no tienes un alma. Tú eres un alma. Lo que tienes es un cuerpo.” Vivimos afanados tratando de obtener ganacias que beneficien nuestro ser físico y perecedero ignorando que en realidad somos el alma que poseemos. Somos nuestra mente, nuestra personalidad, nuestro carácter. Y como somos tan limitados, no vemos que como Job, lo “malo” a la larga puede tornarce beneficioso. Santiago conoció un secreto que yo he tenido que aprender: «Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.» Santiago 1:2-4 NTV Este es el secreto de alegrarse (y agradecer) por las pruebas, por lo difícil, por lo “malo”. Ya que eso, a largo plazo, si tenemos el “mindset” correcto, aportará a lo que verdaderamente importa, a quienes somos, a nuestra alma. Cuando vivimos con un “mindset” de gratitud la perspectiva de la realidad cambia y la felicidad ya no será opcional. Ciertamente lo que Santiago nos propone suena de locos, pero cuando vivimos con la garantía de que Jesús esta en control de todo y vivimos en obediencia la “locura” será la orden del día. Pablo también estaba un poco “loco” cuando dijo: «También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.» Romanos 5:3-5 NTV Cuando la gratitud se convierte en tu mentalidad la vida cambia, las prioridades cambian, y te aseguro que cada día serás más feliz. Serás más feliz por que tu felicidad no estará condicionada a tus circunstancias y a tu realidad sino al gran beneficio que obtendras al final de la vida si permaneces en la actitud correcta hacia con Dios. Nuestro Dios que todo lo ve, todo lo sabe y que todo lo puede. Quien no nos abandona aunque nosotros le demos la espalda en momentos “malos” en los cuales no entendemos que ocurre. Ese mismo Dios que le dijo a Josué: ¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9 NTV). El mismo Dios que le otorgó la victoria al final, pero fue gracias a que el se esforzó y fue valiente. Hoy es el día de Acción de Gracias y te desafio a que saques un tiempo y recuerdes todo lo “malo” que te ha pasado en este año, y, en vez de preguntarte ¿por qué?, comienza a preguntarte ¿para que?. Los porque son fáciles de contestar. Solo tenemos dos opciones: concecuencias de nuestras malas desición o circunstancias fuera de nuestro control. De estas solo una podemos manipular y la mentablemente el pasado no lo podemos cambiar. Pero, al preguntarnos el ¿para que? de las vivencias nos ayuda a mejorar en nosotros lo que mayor valor tiene y a alinearnos con los propósitos de Dios. Mejor no lo puedo expresar Pablo: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.» Romanos 8:28 NVI Así que: «Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.» 1 Tesalonicenses 5:18 NTV FOTO RECUPERADA DE Pinterest
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