por Y. Santana
Los pasados siete días han transcurrido en medio de noticias acerca del huracán Irma. Hemos pasado muchas etapas siguiendo este fenómeno de la naturaleza. Luego de ver como pueblo que una vez más hemos sido librados, nos llena de alegría y gratitud saber que lo más preciado prevaleció ileso. No obstante me llama la atención las reacciones luego de experimentar la providencia divina manifestada en no haber recibido el impacto esperado de un huracán categoría cinco. Parecería que lo más propio sería reconocer con gratitud que Dios, una vez más manifestó su bondad de esta manera, pero me tope para mi sorpresa con un “post” de indignación en el cual criticaba que los cristianos puertorriqueños afirmaran y celebraran la bendición de Dios y expresaran que era una tierra bendecida. Llamó a sus hermanos fanáticos, ególatras y creídos (si por que es cristiano el que lo escribió). No pretendo contestarle con este escrito (aunque si lo hago no me negaré) pero lo único que le agradezco es inspirarme a escribir este “pop-ups”. La palabra del Señor establece que desde que el ser humano pecó la tierra ha sido maldita por la causa del pecado del ser humano. Esto establece que la tierra no funciona o se manifiesta igual que lo hacia cuando el hombre y la mujer estaban en el huerto del Edén (Génesis 4:17-18). La humanidad desde entonces se enfrenta a diversas luchas con el medio ambiente. Esto incluye a los animales y plantas. No abundaré mucho sobre esto pero a diario ocurren accidentes naturales; picadas de arañas venenosas, lluvias que producen inundaciones, mordidas de animales entre otros eventos que afectan al hombre con desenlaces fatales. Así que podemos afirmar que todos los seres humanos estamos expuestos a la posibilidad de una desgracia producida por un evento de la naturaleza. Jesús afirma esta verdad de una manera magistral en el evangelio según Mateo cuando dice: “… vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Mateo 5:45b. Esta verdad afirma su amor para sus hijos y sus criaturas. Esto no quiere decir que el no interviene en nuestra realidad, si no que afirma que nadie esta exento. La bondad de Dios se manifiesta tanto en el día de lluvia como en el día soleado y Dios es siempre bueno no importa cual de los dos acontezca. Así que las circunstancias no definen la verdad de que Dios es bueno para con todos. El manifiesta su amor en todo tiempo porque Él es amor. Su soberanía es perfecta y nada de lo que el hace o deja de hacer ocurre por improvisación o por causa del azar (Prov16:4). El es un Dios de propósito. “Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras..” Salmo 145:9 La misericordia de Dios se manifiesta sobre todos nosotros de distintas formas y con un propósito. Dios esta con nuestras islas vecinas, Dios esta con Puerto Rico, Dios esta con Cuba y Dios esta con la Florida. No peca Puerto Rico en decir que es bendecida porque realmente lo es. Pecamos cuando nuestras motivaciones no son puras. Si cada creyente en Puerto Rico exalta la bondad de Dios y reconoce su favor para darle Gloria, el reino de los cielos se acerca. El Salmo 29: 2 dice: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre”. Existe un reconocimiento que es debido, digno para aquel que se lo merece. Todo Cristiano debe ofrecer la honra debida a nuestro Dios. Pero cada cual debe velar las motivaciones que mueven sus palabras delante de aquel que escudriña nuestras intenciones. No debemos afirmar que Puerto Rico es bendecida con el propósito de vanagloriarnos si no de exaltar a Dios, así lo declara Filipenses 2:3 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;” En 2 de Corintios 1:4 Pablo nos advierte la conducta que debemos mostrar al recibir la bendición de la consolación, esta es para consolar a otros. La bendición que tengamos debemos compartirla … “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.” Muchos en nuestro pueblo han practicado este mandamiento y se han desbordado en ayudas y oraciones por nuestros vecinos. No son ególatras, ni creídos los que obedecen a Dios genuinamente y dan por gracia lo que por gracia han recibido. Tampoco los que afirman que esta tierra es bendita. Cada expresión que hacemos como cristianos debe ir enmarcado en esto (esto incluye las redes) nada hagamos por contienda o vanagloria, estimemos a los demás como superiores. Dejemos que Dios juzgue las motivaciones y demos la Gloria a Dios. Los comentarios están cerrados.
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